Todo comenzó cuando el secretario de Sanidad, Alex Azar, publicó en su cuenta de Twitter unas fotos de la visita de Trump a un hospital infantil en el estado de Ohio. Los internautas se fijaron en una imagen en la que el jefe de la Casa Blanca se unía a los niños y pintaba la bandera de EEUU. Una de las fotos muestra cómo Trump colorea de azul una de las rallas que en realidad debería ser roja.
"Trump literalmente ni siquiera es capaz de colorear la bandera estadounidense correctamente. Tú podrías pensar que después de todos sus abrazos a las banderas estadounidenses al menos podría hacer bien esta tarea de nivel de escuela primaria", ironiza una usuaria.
"Ha sido su primer día. Aprenderá más cuando se gradúe de preescolar", bromea otra.
Muchos internautas fueron todavía más lejos y especularon con que Trump en realidad pintó la bandera de Rusia, pero otros los corrigieron llamando la atención en que el dibujo presidencial en realidad reproduce la bandera de los Países Bajos.
No obstante, algunos intentaron buscar una explicación más heroica como, por ejemplo, que el error lo cometió en realidad uno de los niños ahí presentes y que Trump le ayudó a salir de la incómoda situación terminando la línea de azul.