Actualmente grandes flujos de migrantes llegan a Bosnia Herzegovina y unas 3.000 personas se agolpan en la frontera entre este país balcánico y Croacia —que forma parte de la UE—. Es allí donde se ubican los pueblos serbios en los que muchas casas fueron abandonadas durante la Guerra de Bosnia (1992-1995).
El decano de la Facultad de Seguridad de la Universidad de Bania Luka, Predrag Ceranic, considera que las autoridades de Bosnia Herzegovina no estaban preparadas para responder al incremento de migrantes pese a que habían tenido tiempo de sobra para prepararse, dado que "la crisis migratoria no empezó ayer".
Ceranic opina que en vez de solucionar el problema, las autoridades bosnias están tratando de poblar con refugiados los pueblos y cuarteles serbios. La propuesta está provocando críticas en la República Srpska —que es una de las entidades que forman Bosnia Herzegovina—. Según Predrag Ceranic, las autoridades de la región tuvieron que darse prisa para establecer su propio centro especializado en el trabajo con migrantes y "resistir a los esfuerzos de inundar el territorio con musulmanes", tal y como definió la situación el presidente de la República Srpska, Milorad Dodik.
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"Ciertas fuerzas políticas en Sarajevo, indudablemente, buscan dejar a los migrantes en el país para usarlos para sus propios intereses y cambiar la situación demográfica en los enclaves serbios", aseguró Ceranic.
El decano de la universidad de la capital de la República Srpska afirma que el 90% de los migrantes que cruza la frontera de Bosnia Herzegovina son pakistaníes, mientras que los refugiados de Siria y Afganistán, que sufren la guerra en sus países, constituyen una minoría.
"[Los migrantes] llegan sin documentos por lo que es imposible determinar de qué país realmente proceden, así como saber si forman parte de alguna organización terrorista islámica. Mientras tanto, Daesh —grupo terrorista proscrito en Rusia y muchos países—, que sufrió una serie de derrotas en Siria, está trasladando activamente a sus miembros a Europa. No sabemos sus verdaderas intenciones, posiblemente quieran continuar su guerra aquí", advirtió el interlocutor de Sputnik.
Ceranic cree que la solución del problema es la cooperación con los países de destino final de estos migrantes y en caso de que estos Estados rechacen aceptarlos, hay que enviar a los migrantes de vuelta a su país de origen.
"La creación de guetos no es la solución al problema. La experiencia de París —cuyos suburbios se han convertido en guetos adonde ni siquiera la Policía puede acceder— apunta a eso. Una situación parecida puede observarse en Bélgica. Con ayuda de estos guetos los terroristas organizan atentados en Europa", concluye el profesor.
Según los datos del censo realizado en 2013, el 50,7 % de los ciudadanos de Bosnia Herzegovina son musulmanes, el 30,7% son ortodoxos y el 15,2% son católicos. La pertenencia religiosa en este país balcánico siempre ha estado estrechamente vinculada con la pertenencia étnica de sus habitantes. Habitualmente, los serbios que viven en este país son sobre todo ortodoxos, los bosnios son musulmanes y los croatas son católicos.
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