"El motivo para empezar a imponer las tarifas fue convencer a los chinos de cambiar su conducta, pero tomaron represalias, así que ahora el presidente considera que es probablemente hora de aumentar la presión para que cambien su actitud", dijo Ross.
Poco antes de esa declaración, China advirtió que tomará medidas de respuesta necesarias para proteger sus derechos e intereses legítimos.
Estados Unidos impuso desde el 6 de julio aranceles del 25% a bienes chinos por 34.000 millones de dólares y planea extenderlo a otros productos por 16.000 millones, China respondió de forma simétrica.
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El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó el mes pasado con imponer aranceles a la totalidad de las importaciones procedentes de China que ascienden a 500.000 millones de dólares.