"El ritmo de la desaparición de bosques vírgenes debido a la tala y creación de infraestructuras forestales en Rusia en 2016 y 2017 superó las 500.000 hectáreas al año", dice el informe del ente.
Según su estudio, las regiones rusas que más bosques vírgenes perdieron en 2017 son el Territorio de Krasnoyarsk, en Siberia (184 hectáreas); la provincia de Arjánguelsk, en el noroeste del país (145); y la también siberiana provincia de Irkutsk (88).
"En el marco de la Jornada de la Deuda Ecológica, WWF Rusia llama la atención sobre el hecho de que la superficie forestal total de Rusia aumenta año tras año (…), pero los bosques vírgenes de gran valor ambiental son cada vez menos", recalca el informe.
Te puede interesar: Suecia, afectada por los incendios forestales más graves de su historia
Las causas de la desaparición de estos bosques son, según el fondo, los incendios forestales provocados por el hombre (60%), la tala y la creación de infraestructuras forestales (23%) y las actividades de la industria de los recursos minerales (17%).
La desaparición de áreas forestales vírgenes no se puede remediar con la reforestación, advierte el director del Programa Forestal de WWF Rusia, Nikolái Smatkov.
"El bosque cultivado jamás tendrá el valor ambiental de los ecosistemas de bosques prístinos perdidos para siempre por la tala", asevera la experta.
Más sobre el tema: Indígenas brasileños ka'apor frenan deforestación y luchan para vivir al margen del Estado
Reservas de bosques vírgenes
Además de ser una gran potencia forestal, Rusia es uno de los pocos países del mundo que albergan vastas áreas de bosques vírgenes. A nivel global, a estos bosques les corresponde el 20% de las áreas forestales o 1.160 millones de hectáreas.
"En Rusia quedan 255 millones de hectáreas de bosques primarios, cifra que constituye una quinta parte de las reservas mundiales de selva virgen o el 15,2% del territorio ruso", calculan en WWF.
Rusia encabeza el triste ranking de países líderes en desaparición de selvas primarias, seguida de Brasil y Canadá, y además un estudio internacional reciente sitúa a la nación euroasiática al frente de los países en los que este proceso avanza a mayor ritmo.
Respecto a los años 2010 a 2013, la destrucción de bosques vírgenes se ha acelerado en Rusia un 90%, muy por delante de los otros dos países con mayor ritmo de deforestación, Indonesia (62%) y Brasil (16%).