"En la historia de la Rusia moderna ese vuelo ha sido el más rápido", dijo en declaraciones a Sputnik.
El viaje más rápido hasta hoy, realizado en 2012, fue de casi seis horas e incluyó cuatro vueltas.
El esquema tradicional requiere de 34 vueltas y demora dos días.
El experto comentó que el nuevo esquema de vuelo supercorto permite reducir sustancialmente el tiempo durante el cual los cosmonautas se exponen a los efectos perjudiciales del viaje espacial, como la ingravidez y las radiaciones ionizantes.
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Los vuelos cortos, indicó, también permiten ahorrar combustible y —lo que es muy importante— acumular una valiosa experiencia.
"El hecho es que el programa de vuelos alrededor de la Luna en la futura nave Federatsia prevé un esquema de vuelo con dos lanzamientos", señaló Marinin.
La desventaja es que la unidad aceleradora criogénica no puede estar volando durante dos días porque el oxígeno y el hidrógeno se convierten en gas y se van evaporando.
"Por eso el esquema de vuelo supercorto a la órbita resulta muy importante", remarcó el experto.