El 25 de junio Schiff, demócrata del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de EEUU, llamó en su cuenta de Twitter a no felicitar a Erdogan por la victoria en las presidenciales, ya que, a su juicio, el mandatario turco consiguió la reelección "solo destruyendo a la oposición mediante arrestos, violencia y machacando la libertad de prensa".
"El presidente Erdogan, por supuesto, no necesita sus felicitaciones, Adam Schiff, el pueblo turco se pronunció y usted debería callarse", tuiteó Kalin.
Con el 99,55% de las papeletas escrutadas, el líder turco, del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), revalidó su cargo al conseguir más del 52% de los apoyos, mientras que su principal contrincante Muharrem Ince, del Partido Republicano del Pueblo (CHP), sumó un poco más del 30% de los votos.
El mismo día, los turcos también eligieron un nuevo Parlamento.
AKP, la formación de Erdogan, consiguió más del 42% de los votos, seguido del CHP (22,6%) y el prokurdo HDP (11,7%).
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De esta manera, la Alianza Popular, integrada por el AKP y el Partido Movimiento Nacionalista (MHP), obtuvo 344 de los 600 escaños en el Parlamento.
Las elecciones pasadas también activaron el sistema presidencial del gobierno del país, aprobado en el referéndum constitucional de abril de 2017.
Este sistema otorga amplios poderes al jefe de Estado, entre ellos gobernar por decretos, así como nombrar y cesar al vicepresidente y a los ministros.
Además, la reforma aumenta el número de los escaños legislativos de 550 a 600 y reduce de 25 a 18 años la edad mínima para postularse a la Asamblea.