"Esperamos que este proceso no se frustre, aunque las oportunidades no son totales", dijo el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, desde Pretoria.
Lavrov indicó también que Moscú y Pekín saludan cualquier acción que permita superar la desconfianza y las tendencias de confrontación en la península de Corea.
"En la etapa final de este proceso será necesario buscar acuerdos sobre los principios generales y garantías de paz, estabilidad y seguridad en el Noreste Asiático", remarcó.
Sus declaraciones se producen después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmara el 1 de junio que celebrará la cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong-un, el 12 de junio en Singapur, como estaba previsto inicialmente.
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Yuri Ushakov, asesor del presidente ruso para asuntos internacionales, indicó que Moscú se congratula de que la situación en torno a Pyongyang fuese reconducida al cauce diplomático gracias a la hoja de ruta diseñada por Rusia y China.
"Estamos muy satisfechos que esta hoja de ruta se realice con el paso de las discusiones sobre este tema sensible al cauce político-diplomático; ahora lo logramos, y esto es en nuestra opinión el resultado de nuestro trabajo conjunto con los chinos", aseveró Ushakov durante un encuentro con la prensa en Moscú.
Por su parte, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anunció su intención de verificar el programa nuclear norcoreano si se logra un acuerdo político.
"Seguimos destacando nuestra disposición de jugar un rol importante en la verificación del programa nuclear de Corea del Norte si se alcanza un acuerdo político entre los países correspondientes", dijo el director general de la agencia, Yukiya Amano, al intervenir ante la Junta de Gobernadores.
Al mismo tiempo, Amano llamó a Pyongyang a cumplir con sus compromisos en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, cooperar con el OIEA y resolver los problemas existentes, incluidos los que surgieron durante la ausencia de inspectores de la agencia en el país.
Mientras tanto, el Gobierno de Singapur a ocho días de la cumbre entre Trump y Kim proclamó "territorio de celebración de una actividad especial" el distrito donde se planea organizar el encuentro".
La medida se pondrá en marcha del 10 al 14 de junio en una zona en la que se encuentran el Ministerio de Asuntos Exteriores, la embajada de EEUU y varios grandes hoteles.
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Allí mismo está el hotel Shangri-La, donde con mucha probabilidad se celebre la reunión del 12 de junio, informó el periódico The Straits Times.
Corea del Sur, a su vez, prometió darles un tratamiento de bajo perfil informativo a sus ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, en un aparente intento para no frustrar el proceso de normalización con el Norte.
No obstante, el Ministerio de Defensa rechazó que se cancelen esas maniobras.
"[Los entrenamientos] se llevarán a cabo normalmente, acorde al plan anual", dijo el portavoz adjunto del ente, Lee Jin-woo, citado por Yonhap.
Al mismo tiempo, el representante de Defensa prometió "actuar con discreción a la hora de dar a conocer o promocionar los simulacros".