Kim no quiere quedarse acorralado
Corea del Norte da este paso tras las declaraciones del asesor de seguridad estadounidense, John Bolton, quien propuso a Kim Jong-un que desmantelara su arsenal nuclear y lo trasportara al estado de Tennessee (EEUU) para su destrucción con el fin de garantizar el éxito de la cumbre. A cambio, los estadounidenses prometieron permitir que sus empresas trabajaran en el mercado norcoreano, pero no dijeron nada de las inversiones.
Pyongyang esperaba celebrar un acuerdo más rentable: para impulsar el desarrollo de la economía de Corea del Norte, se necesitará la asistencia seria de EEUU. Al mismo tiempo, Kim Jong-un corre el riesgo de perder su popularidad, porque los militares considerarán el abandono del programa nuclear como una derrota, explica el autor.
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Por lo tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte sube las apuestas y advierte: "Perderemos el interés en las negociaciones si la Casa Blanca trata de arrinconarnos".
Contra el 'lobby' de las armas
Los asesores de Trump, y especialmente Bolton, torpedean deliberadamente el trato, opina Dmitri Abzálov, vicepresidente del Centro de Comunicaciones Estratégicas.
"Si Corea del Norte renuncia a las armas nucleares, los proyectos importantes de EEUU en la región del Pacífico pueden resultar inútiles. Los sistemas de defensa antimisiles en Japón y Corea del Sur cuestan miles de millones de dólares y su compra se justifica por la amenaza norcoreana. Se trata de un beneficio económico serio para los empresarios estadounidenses", explica el analista.
En su opinión, hay un enfrentamiento entre el jefe del Departamento de Estado, Michael Pompeo, que apoya el acuerdo y Bolton, cuyas declaraciones lo vuelven problemático.
"El líder estadounidense debe decidir de qué lado ponerse y establecer las prioridades: los intereses estratégicos a largo plazo o los del 'lobby' de las armas", agrega Abzálov.
La decisión puede verse afectada por unas consideraciones geoestratégicas, no necesariamente favorables para el acuerdo. La reconciliación con Corea del Norte podría frustrar la contención de Pekín. La creación de un sistema de defensa antimisiles en Corea del Sur y Japón le conviene a EEUU porque permite utilizarlo en contra de China. Por lo tanto, Washington quiere concesiones incondicionales de Pyongyang. Solo entonces el acuerdo tendría sentido para los estadounidenses, señala Ígor Gashkov.
La sombra de Gadafi
"La posición de Washington puede resumirse así: en primer lugar Corea del Norte debe quedarse totalmente desarmada, y luego veremos qué le ofrecemos a cambio. Corea del Norte quiere garantías de seguridad y cree que si se vende su programa nuclear, debe venderlo caro. A Pyongyang no le conviene simplemente dejar las armas. Kim Jong-un y su entorno recuerdan el destino de Gadafi, que se negó al programa nuclear. Nadie quiere repetir su destino en Corea del Norte", explica el experto.
Rusia entra en juego
"La situación ideal para Rusia es que Corea del Norte acuerde la desnuclearización con China, Corea del Sur o Rusia en vez de los estadounidenses", dice Abzálov.
El analista enfatiza que una confrontación moderada con una participación activa de los actores regionales, sería beneficiosa para Rusia.
"Y el formato actual de las negociaciones no tiene en cuenta a Moscú. Un fracaso diplomático de Trump en esta situación podría cambiar la situación", concluye el experto.