Lankov considera que finalmente EEUU consiguió persuadir a China de cambiar su política en relación a Corea del Norte: desde finales del año pasado Pekín mantiene el régimen de sanciones, que incluye el embargo completo impuesto al comercio con Corea del Norte. En estas condiciones, la decisión de Pyongyang de 'sacrificar' el polígono parece lógica y puede considerarse como una concesión hecha de cara a Washington.
Este polígono, según Lankov, representa una parte barata de toda la infraestructura que fue desarrollada por Corea del Norte. El politólogo considera que Pyongyang podrá reiniciar fácilmente los trabajos en este lugar en caso de que en el futuro las autoridades de ambos países no concluyan los acuerdos sobre el programa nuclear del país asiático.
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"Estamos a punto de ver un espectáculo magnífico que tiene que enseñar a todo el mundo que Corea del Norte está reduciendo el desarrollo de su programa nuclear. Claro está que los norcoreanos tienen que hacer algo ahora para ganar tiempo y rebajar el riesgo de conflicto con EEUU, así como liberarse de las sanciones [impuestas por la comunidad internacional]", aseveró Lankov.
Además, destacó que eso no significa que las autoridades norcoreanas acaben por completo con su programa nuclear. Es probable que esperen a la celebración de las siguientes elecciones en EEUU, momento a raíz del cual podría llegar al poder otro presidente con una línea política más pacífica respecto a Corea del Norte.
Las Administraciones anteriores del país estadounidense ni siquiera barajaban la posibilidad de atacar a Corea del Norte, dado que Pyongyang podría responder a este ataque asestando un duro golpe contra Corea del Sur.
"Posiblemente Trump sea el presidente que pueda llegar a atacar Corea del Norte e ignorar el riesgo al que estará expuesto su aliado en caso de un ataque perpetrado contra su vecino", resumió el profesor.
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Pyongyang empezó recientemente a realizar trabajos para liquidar el polígono nuclear de Punggye-ri. Su cierre está programado para el 23 o el 25 de mayo. Los periodistas de Corea del Sur, China, EEUU, Reino Unido y Rusia podrán asistir a la ceremonia de clausura.
Posteriormente, los zapadores norcoreanos harán explotar el pozo de investigación cuando todos los empleados y los vigilantes de seguridad abandonen el polígono. Tras eso, las autoridades norcoreanas planean demoler todas las instalaciones terrestres: el edificio del Instituto de Investigaciones, los puestos de seguridad y otras construcciones.