"Para México, el tema más importante es el de las nuevas reglas de origen de la industria automotriz, que representan el mayor riesgo, porque equivale a aceptar cuotas de exportación (de automóviles y autopartes), lo que definitivamente afectaría el crecimiento económico del país", dijo vía telefónica a esta agencia la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base.
El secretario de Economía de México, Ildefonso Guajardo, principal negociador ante EEUU y Canadá, aceptó que "es poco probable" lograr un acuerdo antes del 17 de mayo, fecha límite para el procedimiento legislativo del congreso de EEUU, según el líder republicano de la Cámara de Representantes de ese país, Paul Ryan.
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Las empresas que serían blanco de sanciones pertenecen al sector tecnológico, especialmente la china ZTE Corp., "lo que eleva la incertidumbre sobre una posible guerra comercial entre las dos principales economías del mundo", dijo la responsable de la institución que opera en los mercados bursátiles y de divisas.
El dilema: un mal acuerdo o aplazar
Tras ese arranque, el peso mexicano registró una depreciación de 1,29%, un retroceso 25,3 centavos, cotizando alrededor de 19,88 pesos por dólar.
La dificultad de lograr un acuerdo antes del 17 de mayo pone al Gobierno de México, "ante la disyuntiva de ceder más y obtener un mal tratado; en ese caso sería mejor aplazar las negociaciones", prosiguió Siller.
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A pesar de que los detalles se han mantenido en secreto, desde que las tratativas comenzaron en agosto pasado, se sabe que Trump exige aumentar la regla de origen de 62,5 a 85% de autopartes producidas en la zona de Norteamérica, con 50% fabricadas en EEUU.
En ese escenario, "las consecuencias para EEUU son casi nulas, aparte de un poco de incertidumbre, ya que en la parte real el comercio seguiría y en la parte financiera la especulación tiende a favorecer al dólar", explicó la analista.
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En cambio para México, si Trump decide terminar las negociaciones del Tlcan, "tendría grandes consecuencias en la inversión extranjera directa, que impactaría en la industria de las manufacturas, que traen consigo nuevas tecnologías y empleos", corazón del crecimiento económico del país latinoamericano, prosiguió.
La debilidad del peso alimentaría la especulación y lanzaría el precio del dólar arriba de la frontera psicológica de los 20 pesos por dólar.
En ese escenario, "la probabilidad de una nueva espiral inflacionaria, que obligue al banco central (mexicano) a elevar de nuevo la tasa de interés, afectaría a la baja la inversión extranjera, y a la larga el crecimiento económico real", advirtió.
En el marco de un proceso electoral en México que culmina el 1 de julio próximo, "el tipo de cambio se va a seguir depreciando, en un proceso acelerado de especulación", pronosticó Siller.
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El principal asesor económico de Donald Trump, Larry Kudlow, también se mostró pesimista sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo preliminar.
La última esperanza de los optimistas es la presión de algunos sectores económicos y estados del sur de EEUU, que dependen fuertemente del comercio con México.
No obstante, terminar la renegociación antes del 17 de mayo implica que un país tendría que ceder mucho, en un nuevo acuerdo que remplace al vigente desde 1994.