"Recomendamos con insistencia a Londres no tener prisa en eliminar las pruebas", afirmó en una rueda de prensa.
Aseguró que Rusia mantiene su disposición a colaborar de forma constructiva con el Reino Unido en cualquier formato conforme al derecho internacional, para esclarecer lo sucedido.
La policía estableció que los dos fueron envenenados con una sustancia tóxica de acción neuroparalizante.
Nada más abierta la investigación, que según Scotland Yard se prolongará por varios meses, Londres responsabilizó a Rusia de estar detrás del supuesto intento de envenenamiento de los Skripal, alegando que la sustancia procede de Rusia, pese a que su origen exacto sigue sin establecerse.
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El 12 de abril la OPAQ presentó un informe en el que confirmaba "las conclusiones del Reino Unido en relación con la identidad de la sustancia química usada en Salisbury" aunque no presentó información alguna sobre la procedencia de la sustancia.