Los astrónomos detectaron el asteroide tan solo horas antes de su acercamiento.
La roca espacial era unas cuantas veces mayor que el famoso meteorito de Cheliábinsk, que cayó en los alrededores de la ciudad rusa el 15 de febrero de 2013.
Según las estimaciones, el diámetro del asteroide era de entre 48 y 110 metros, no obstante, al penetrar en la atmósfera terrestre, una parte de la roca se habría destruido, mientras que la parte restante habría alcanzado el propio planeta.
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Muchos asteroides que se aproximan a la Tierra suelen desintegrarse en la atmósfera y explotar sobre los océanos. Sin embargo, los astrónomos destacan que el 2018 GE3 voló a una distancia más corta al planeta que objetos parecidos en los últimos 90 años.