"Creo que el problema es que Rusia está fuera de control. Lo que sea que estemos haciendo, no está funcionando. El presidente, por alguna razón, tiene dificultades para rechazar a Putin directamente", consideró el político.
Además, el senador instó a la Casa Blanca a buscar el aislamiento económico de Rusia. Se refirió concretamente a privar a Moscú de sus ingresos de la venta de recursos energéticos, proporcionando fuentes alternativas de combustible a los países consumidores.
En opinión del politólogo Nikita Daniuk, vicedirector del Instituto de Estudios y Análisis Estratégicos de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, los intentos de perjudicar a Moscú son causados principalmente por el temor de Washington a perder su hegemonía y a ver menoscabado su "papel de sheriff mundial" que establece las reglas del juego de todos.
Al llevar a cabo una política exterior bastante activa y correspondiente con sus intereses nacionales, Rusia le dejó claro a EEUU que ya no detenta la hegemonía mundial y los demás no deben obedecerle, destacó a Sputnik.
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En relación a Lindsey Graham, Daniuk detalló que el senador es parte del grupo de representantes rusofóbicos más ardientes del 'establishment' político estadounidense.
"Con semejantes declaraciones, Graham intenta golpear una vez más la imagen y la autoridad de Donald Trump, y lo hace presionándolo en su 'punto sensible': su hipotética conexión con Rusia", concluyó Daniuk.