Todo ello responde a una campaña oculta del Reino Unido; de una cortina de humo para ocultar las negociaciones sobre el Brexit con la Unión Europea. De ahí que califique las represalias occidentales de "una gran obra de teatro político". De una gran distracción de "todo el problema del Brexit".
Señala que la primera ministra británica, Theresa May, y el ministro de Exteriores, Boris Johnson, "están mucho más cómodos denunciando a Putin y a Rusia" que atendiendo "los espinosos asuntos en torno al Brexit".
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El historiador irlandés intenta quitarle hierro al asunto a la crisis diplomática entre Occidente y Rusia.
"Lo que ocurre normalmente cuando tienes a diplomáticos abandonando el país es que al cabo de unas semanas o meses ocupan su lugar otros diplomáticos. Así que, sin que nadie diga nada, el cuerpo diplomático de los países se reestablecerá. Debido a las malas relaciones entre Estados Unidos y Rusia y el Reino Unido y Rusia, puede que eso no pase", explica a Sputnik Roberts.
Campaña para demonizar a Putin
"Parten de esa premisa y es así como presentan el asunto: como la última violación del orden internacional por parte de Rusia", concluye.
Rusia, que rechaza todas las acusaciones y llama a investigar el atentado contra sus ciudadanos conjuntamente con Londres, como lo exigen las normas de la OPAQ, respondió de manera recíproca al Reino Unido y EEUU, así como a sus aliados que también expulsaron a diplomáticos rusos.
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