El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que la Alianza tomó la decisión de recortar de 30 a 20 el número de los empleados de la embajada rusa ante la OTAN en relación con el caso Skripal.
"Este paso de la OTAN merma mucho las posibilidades para iniciar este diálogo (ente Moscú y la OTAN) que ahora es muy necesario en la difícil situación de seguridad en Europa", dijo la fuente.
Añadió que "sin duda habrá una respuesta" a la medida de la Alianza.
Skripal, exoficial de Inteligencia militar rusa reclutado en los años 90 por el servicio secreto británico MI6 y naturalizado en el Reino Unido, y su hija Yulia, que es nacional de Rusia, fueron hallados inconscientes el 4 de marzo cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury.
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Ambos continúan en estado crítico y reciben tratamiento por intoxicación con una sustancia de acción neuroparalizante que, según los británicos, tiene procedencia rusa.
La ola de expulsiones comenzó con una declaración de la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, en la que la misma responsabilizó a Moscú de "un intento de asesinato" en Salisbury y ordenó la salida de 23 diplomáticos rusos y la cancelación de todos los contactos de alto nivel entre ambos países como represalia.
Moscú, que rechaza todas las acusaciones por infundadas, respondió con una medida simétrica, además de anunciar el cierre del consulado británico en San Petersburgo y de la oficina del British Council en Moscú.