Rusia y la República Popular de China están trabajando en la creación de armas hipersónicas y ya han realizado pruebas de prototipos de estos sistemas. En la actualidad, Washington no tiene una defensa contra este armamento, reconoció el alto rango militar.
"Nuestra respuesta sería nuestra fuerza de disuasión, que está compuesta por la triada [atómica] y nuestras capacidades nucleares", expuso el general.
Hyten precisó que la defensa principal en este caso sería el uso de armas nucleares de bajo rendimiento ubicadas en submarinos.
En su intervención ante la Asamblea Federal de Rusia el pasado 1 de marzo, el presidente ruso, Vladímir Putin, habló de los grandes retos y desafíos para el desarrollo del país antes de pasar a la presentación del renovado potencial bélico de Rusia, dedicado a asegurar su seguridad ante cualquier hipotético agresor.
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El mandatario ruso destacó que Rusia crea nuevos tipos de armamento en respuesta al despliegue del escudo antimisiles por parte de Washington. El Kremlin trató de convencer a la Casa Blanca de que no violara el Tratado sobre Misiles Antibalísticos. Sin embargo, Washington siguió adelante con sus planes.
Las nuevas armas de Rusia no amenazan a los países que no tienen planes para atacarla, indicó, por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Las autoridades rusas reiteraron en numerosas ocasiones que la doctrina militar del país tiene un carácter exclusivamente defensivo.
De acuerdo con este documento, Moscú "se reserva el derecho a usar las armas nucleares solo en respuesta al uso de armas nucleares u otro tipo de armas de destrucción masiva en su contra o en contra de sus aliados, o en caso de agresión con armas convencionales si se ve amenazada la propia existencia del Estado".
La nueva doctrina militar rusa fue publicada el 1 de diciembre de 2016 en sustitución de la anterior, aprobada en 2013.
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