"La reelección de Putin no va a cambiar la política exterior rusa, y el Gobierno de Mariano Rajoy en Madrid no tiene visos tampoco de cambiar esa relación que a mi juicio es subalterna totalmente de los intereses trasatlánticos", afirmó el eurodiputado y vicepresidente de la comisión de asuntos exteriores del Parlamento Europeo.
Couso considera que las relaciones de España con Rusia enfrentan, principalmente, dos retos: la pertenencia del primero a la OTAN con su consiguiente participación en misiones en el Báltico y la tensión generada por las denuncias de Madrid sobre injerencias externas en la crisis catalana.
"Según lo que se está diciendo parece que Rusia tiene el control total del mundo y de todas las elecciones, algo que es sumamente patético pero que por repetición al final acaba comprando mucha gente", reflexiona el eurodiputado español.
Ante este escenario, Couso ve complicada una mejora de las relaciones y, de hecho, augura que "por desgracia se irá deteriorando una relación que no tendría por qué ser mala, porque no lo ha sido tradicionalmente, entre España y Rusia".
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En cuanto a la participación de España en el batallón multinacional que la OTAN tiene desplegado en Letonia —la primera ocasión en la que Madrid despliega carros blindados fuera de sus fronteras— y en la misión de la policía aérea en el Báltico, Couso recuerda que esto pondría a las tropas españolas en primera línea en caso de un estallido bélico.
"El posicionamiento de tropas en el Este, la policía báltica y esos carros blindados van a hacer que nuestro país tenga un protagonismo que no debería tener en una posible conflagración", reflexiona.
Aunque finalmente no se produzcan escenarios de enfrentamiento directo, Couso recuerda que el envío de tropas se sitúa "en línea con todo lo que se ha ido apuntando en las cumbres de la OTAN a partir de Varsovia, identificando a Rusia como un enemigo claro", de lo que solo se puede desprender "un deterioro de las relaciones y una creciente inestabilidad".
Distanciamiento con la UE
"Con la UE la relación va a ir a peor y la PESCO [la cooperación estructurada permanente en defensa y seguridad de la UE] apunta en ese sentido", afirma.
Pese a las afirmaciones desde la UE de que la PESCO será independiente de la OTAN, Couso considera que la política defensiva comunitaria seguirá "supeditada" a los intereses atlánticos, en los que EEUU pretende convertir a Europa en "su portaaviones para contener a Rusia" mientras "sus máximas capacidades miran hacia China y el Pacífico".
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Una de las cuestiones que a su modo de ver reflejan que seguirá habiendo un distanciamiento con Europa en un hipotético nuevo mandato de Putin es la reacción de Londres y otras cancillerías europeas tras el ataque contra el exespía ruso Sergei Skripal y su hija en suelo británico.
"Lo que ha pasado últimamente en el Reino Unido no ayuda, porque tiene visos de convertirse en una excusa más para que crezca la tensión, ya que además es una acusación sin pruebas antes de realizar investigaciones, lo que me da mucho miedo y me hace pensar que el asunto tiene todas las características de un ataque de bandera falsa", reflexiona el eurodiputado.
Shanghái y los BRICS
"Se va avanzar en las alianzas dentro del Órgano de Cooperación de Shanghai y se va a mirar más, en línea con lo que ya se está haciendo, a los BRICS y el espacio euroasiático", afirma.
Rusia, concluye el eurodiputado, siempre tuvo "dos almas" que le hacían mirar por un lado hacia Occidente y por otro hacia Oriente, pero "al no ser correspondida por uno de los lados, lo normal es que mire hacia el otro".