"Esa provocación puede tener consecuencias muy graves para la imagen del Gobierno, ya que mantener en ese estado de tensión todo el país durante más de dos o tres días es prácticamente imposible", dijo el diplomático ruso.
A inicios de este mes la policía británica encontró al exagente Skripal y su hija Yulia inconscientes cerca de un centro comercial en Salisbury, en el condado de Wiltshire.
"Tengo la impresión de que, a pesar de la declaración emitida el 15 de marzo por el Reino Unido, EEUU, Francia y Alemania, no observamos un apoyo demasiado activo, que supere un enfoque puramente formal, ya que esos países ya se comienzan a cuestionar cómo puede demostrarse todo eso", subrayó Yakovenko.
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Alemania, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido emitieron un comunicado conjunto en el que instaron a Rusia a responder a todas las cuestiones relacionadas con la intoxicación del exagente doble Serguéi Skripal y su hija.
Además, el 14 de marzo la primera ministra británica, Theresa May, acusó a Rusia de estar implicada en el caso, y ordenó la expulsión de 23 diplomáticos rusos en un plazo de siete días, así como la suspensión de contactos bilaterales de alto nivel.
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, que negó rotundamente la implicación de Moscú en el suceso, declaró el día 15 de marzo que Rusia expulsará a diplomáticos británicos en respuesta a la medida de Reino Unido.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, advirtió que Londres oculta las circunstancias del uso en su territorio de sustancias químicas tóxicas y no quiere compartir la información que tiene, en violación de la Convención de Armas Químicas.
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El Kremlin expresó además su preocupación por la postura "destructiva y provocativa" del Reino Unido.
El diplomático resaltó que "nadie publicó aquí ni siquiera una foto, por eso ellos pueden estar vivos o pueden no estarlo, o cabe la posibilidad de que no haya ocurrido nada".
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Yakovenko denunció que la parte británica pretende que tengan fe en su palabra, algo que resulta "completamente inaceptable", y aseguró que los contactos entre la embajada rusa y el Ministerio de Exteriores británico se mantienen, pero los de alto nivel ya fueron suspendidos con anterioridad.
"Seguiremos presionando a los británicos, pero de manera formal, ya que, desgraciadamente, ellos evitan cualquier contacto con la embajada, la información se brinda de manera dosificada, y es muy generalizada, esto es el nuevo estilo de la política del Reino Unido", advirtió el diplomático.