En él, la reina hacía referencia a su propia experiencia durante la Segunda Guerra Mundial, cuando trabajó como mecánica para el Ejército y reflexiona sobre el liderazgo de su padre, el rey Jorge VI, en tiempos de guerra. Él mismo anunció el estallido del conflicto a la población en 1939.
"Los horrores de la guerra no nos podrían haber parecido más remotos mientras mi familia y yo compartíamos la alegría de la Navidad en compañía de nuestra nutrida familia de la Commonwealth. Nunca he olvidado la tristeza y el orgullo que sentimos mi hermana y yo a medida que escuchábamos las inspiradoras palabras de nuestro padre mientras nos apiñábamos en la guardería ese fatídico día de 1939".
El discurso, que al final no tuvo que ser pronunciado, ha vuelvo a cobrar importancia a raíz de las circunstancias en torno al envenenamiento de Skripal, informan medios británicos.
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