Trump anunció el 13 de marzo que el actual director de la CIA, Mike Pompeo, ocupará el cargo de secretario de Estado, mientras Haspel será promovida a la jefatura de la agencia.
Mala señal
En 2002 Haspel comandó la primera cárcel secreta de la CIA en Tailandia que aplicó tormentos a sospechosos de terrorismo.
Los dos hombres permanecen detenidos en la prisión militar de Guantánamo
Abu Zubaydah soportó 83 tandas de asfixia con agua, según detalló en 2014 el resumen del informe del Comité Selecto del Senado de EEUU sobre las torturas de la CIA.
El no gubernamental Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos (ECCHR, por sus siglas en inglés), que ha denunciado el uso de torturas en Guantánamo y en otras prisiones, reclamó en 2017 que Haspel fuera detenida si viajaba a Europa.
La organización no gubernamental también demanda a varios estados europeos que lleven adelante una investigación penal conjunta sobre los programas de torturas de la CIA y del ejército de EEUU entre 2002 y 2006, dijo a Sputnik el director del área de responsabilidad y crímenes internacionales del ECCHR, Andreas Schueller.
Algunos legisladores de EEUU, como el republicano John McCain y la demócrata Dianne Feinstein, son críticos de Haspel.
McCain dijo que durante el proceso de confirmación parlamentaria de su nombramiento) recclamará a Haspel que explique "la naturaleza y el alcance de su participación en el programa de interrogatorios de la CIA".
Feinstein, que presidió el comité redactor del informe del Senado sobre las torturas, también dijo que se dispone a preguntar en detalle a Haspel sobre su papel.
La senadora matizó que había oído reportes de que Haspel fue una buena número dos de la CIA durante el actual Gobierno, pero expresó su esperanza de que la agencia haya extraído lecciones sobre el controversial empleo de torturas.
EEUU ha enfrentado muchas acusaciones por mantener abierto desde 2002 el campo de detención militar en la bahía cubana de Guantánamo, donde encerró a 780 sospechosos de terrorismo a los que negó el tratamiento de prisioneros de guerra y también juicios federales para probar su inocencia o culpabilidad.
El presidente Trump decidió mantener abierto Guantánamo, donde permanecen 41 detenidos, y manifestó su apoyo al uso de torturas, pues es necesario "combatir el fuego con fuego", según dijo en una entrevista el año pasado.
Haspel tiene que ser confirmada por el Senado antes de asumir el cargo al que la propuso Trump.
Es altamente probable que en las audiencias de confirmación reciba preguntas sobre su papel en las torturas y su responsabilidad en la cárcel de Tailandia, elementos que, pese al amplio respeto profesional que despierta en los círculos del espionaje, pueden determinar que no resulte elegida como la primera mujer para comandar la CIA.