"Acusaciones infundadas a Rusia de todos los pecados siguen multiplicándose. Hoy fue lanzada otra noticia falsa sobre la supuesta huella rusa en los trágicos eventos en el Reino Unido. ¿Cuándo por fin aquí aprenderán primero a verificar los hechos y luego a condenar? Hasta la fecha, no hay pruebas de que las autoridades británicas, y ahora las de EEUU tengan razón", dice la nota.
Más tarde el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, declaró que Washington tiene "total confianza" en las conclusiones británicas acerca de la probable responsabilidad de Rusia y que Estados Unidos estuvo en contacto con el Reino Unido antes de la declaración de May en la Cámara de los Comunes.
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El 4 de marzo la Policía británica encontró a dos personas inconscientes en un centro comercial en Salisbury, en el condado británico de Wiltshire, aparentemente intoxicados con un agente nervioso.
El ministro británico de Exteriores, Boris Johnson, confirmó posteriormente que se trataba de Skripal, de 66 años, y de su hija de 33 años.
Cuatro años después fue canjeado junto con otros dos individuos condenados por espionaje por 10 personas detenidas en Estados Unidos.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que Moscú no ha visto ningún hecho concreto que confirme la presunta implicación del Gobierno de Rusia en la intoxicación de Skripal.