"Gina Haspel se convertirá en la nueva directora de la CIA, la primera mujer en ser elegida", escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter.
Haspel, de 61 años, hasta este martes se desempeñaba como directora adjunta de la CIA, puesto que ocupó en febrero de 2017.
Su carrera como agente de inteligencia empezó en 1985, y desde aquel entonces obtuvo "amplia experiencia en el extranjero", según su biografía en el sitio web de la CIA.
Mientras según el informe de la ONG Amnistía Internacional de 2017/18, Haspel interpretó un papel importante en el programa extrajudicial puesto en marcha después de los atentados del 11-S para encarcelar e interrogar a sospechosos de terrorismo.
"Se creía que Haspel era jefa del personal de la CIA en Tailandia en 2002, cuando la Agencia administraba un 'lugar negro' en el que al menos dos detenidos fueron sometidos a tortura y desaparición forzada", dice el documento.
Varios medios también comunicaron que Haspel ayudó a destruir numerosas grabaciones de las torturas de la CIA en 2005.
La investigación del Departamento de Justicia de EEUU al respecto terminó sin acusaciones contra la agente.
La administración de Barack Obama criticó los interrogatorios con torturas, diciendo que afectan la imagen de EEUU en el mundo, y puso fin a estas prácticas, pero a inicios de 2017 Trump se pronunció a favor de estas técnicas, pues a su juicio "funcionan".