Mientras tanto, Moscú ve al Vaticano como una de las palancas de influencia en la situación ucraniana, escribe Gazeta.ru. En los últimos años, el Vaticano se ha vuelto mucho más activo en Ucrania. Este país históricamente ha demostrado una cantidad de católicos mucho más alta que en Rusia, a inicios del siglo XXI más del 7% de la población.
La situación religiosa en Ucrania es complicada. Existen contradicciones entre los ortodoxos y los así llamados católicos griegos, que se parecen mucho a los ortodoxos en sus ritos, pero reconocen la primacía del papa. Además, hay un conflicto abierto entre la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú y la Iglesia autocéfala no reconocida del Patriarcado de Kiev.
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Además, en 2017, el arzobispo católico de la diócesis de Lviv, Mieczyslaw Mokrzycki, habló de las contradicciones entre los católicos griegos y los católicos romanos en Ucrania, las cuales conciernen al clásico problema postsoviético, cuando una parte de las iglesias católicas pasó a ser responsabilidad de la Iglesia greco-católica ucraniana.
"La postura de la Iglesia ortodoxa rusa en este aspecto se acerca más a la de la Iglesia católica romana. Ambas observan ansiosamente la actividad creciente de la Iglesia greco-católica ucraniana", enfatiza Kriuchkov.
La última vez, el papa Francisco hizo hincapié en que Putin es el líder del mundo ortodoxo, y su autoridad no puede ser ignorada.
"A juzgar por su respetuosa manera de hablar con el pontífice, el líder ruso también reconoció la autoridad del Vaticano tanto en el mundo occidental como en Ucrania", subraya Kriuchkov.
Como señaló su fuente en la Iglesia ortodoxa ucraniana bajo el Patriarcado de Moscú, el Vaticano en un futuro cercano no está interesado en unirse a la discusión política sobre los católicos griegos y Donbás. "Si se dedican exclusivamente a actividades pastorales, los autodefensas de Donetsk les dejan en paz", subrayó.