Ir más allá de las carnes tradicionales de pollo, pescado, res o cerdo puede resultar una tarea casi imposible para muchas personas. Comer algo diferente es una cuestión de gustos, códigos culturales y hábitos. Y por qué no, también de coraje.
Lo cierto es que en muchas cocinas del mundo, otros son los ingredientes que se utilizan. ¿A qué saben? Difícil decirlo si no los pruebas.
1. Paloma
En España, algunas empresas proveen palomas a pollerías especializadas. Según el establecimiento Hermano Gómez, el pichón de caserío tiene "una carne magra de fácil digestión", con un alto aporte de proteínas, minerales y vitaminas. Además de ser tierna, posee "un sutil aroma de avellana".
Mientras que hay organizaciones que intentan que se prohíba esta práctica, hay quienes sugieren que se podría expandir como un alimento de elevado valor nutricional. En Argentina, en 2012 un funcionario de la ciudad de Córdoba sugirió que podía ser incluido en los planes de alimentación y que esto podía ser una manera de controlar la sobrepoblación de estos animales.
El hombre fue duramente criticado y apartado de su cargo, pero algunos nutricionistas apuntaron a que no se trata de una idea descabellada y sugirieron que la aversión por consumir estas aves es un tema cultural.
2. Cocodrilo / Caimán / Yacaré
Si vas a Australia, podrás conseguir carne de cocodrilo. No es de consumo masivo, pero algunos restaurantes la venden a los turistas. E incluso se exporta a mercados como EEUU. Según el medio público australiano ABC, el corte más noble, la cola, cuesta unos 40 dólares el kilogramo.
A pesar de contar con este recurso en abundancia, los habitantes del país lo ven como algo exótico y no lo comen de rutina. Sin embargo, se trata de una carne "limpia, que tiene una textura hermosa, 98% libre de grasas y tiene el más alto índice de proteínas de todas las carnes", dijo a la ABC Marnie Flanagan, productora y exportadora de este alimento.
En Brasil no es del todo extraño comer carne de yacaré, una especie autóctona de la zona de bañados del centro y sur. Los filetes de la cola se pueden encontrar en algunos restaurantes especializados.
3. Canguro
Un estudio del Departamento de Medioambiente y Energía de Australia subraya los beneficios: tiene "menos de un 2% de grasa, de la cual un 40% es poliinsaturada". Esta cualidad la vuelve ideal para una dieta baja en colesterol. El sabor y la textura, si bien parecidos al de la carne de res, son lo "suficientemente diferentes como para ser interesantes":
Pero no resulta algo tan lineal: el número de marsupiales podría disminuir drásticamente en caso de una sequía, por ejemplo. Además, la caza de canguros está estrictamente controlada en varios estados. Al ser un ícono de la identidad del país, hay reticencia por parte de los lugareños a comerlos.
4. Cuy
A nuestros lectores de la zona andina no les resultará extraño que se coman los cuy, pero quizás sí lo sea para los que provienen de otros lugares donde estos animales son criados como mascotas de manera similar a los hámsters.
En la gastronomía andina se ha destacado por su sabor y por su poder nutritivo. Bajo en colesterol, la poca grasa que tiene es en buena parte poliinsaturada, lo que la vuelve una aliada para una dieta que prevenga las enfermedades cardiovasculares.
5. Rata
¿Quién dijo que las ratas están solo entre la basura y las cloacas? Este roedor también se come en Asia cuando proviene de criaderos. En Vietnam o China, las ratas de campo se cocinan. También en algunas zonas de la India, donde los sectores más desfavorecidos encuentran un aporte nutricional.
En nuestra región, tenemos también un ejemplo: el estado mexicano de Zacatecas tiene incluso su caldo 'milagroso' de rata, donde no solo se regocijan los comensales por el sabor y la calidad de la carne, sino también por sus efectos curativos.
6. Serpiente
La sopa de serpiente es un manjar en China, donde se considera que además tiene efectos beneficiosos para la salud. Las víboras se hierven durante horas y se crea un caldo al que se le agregan especias y otras carnes.
En México también se cree que la víbora de cascabel, tanto su carne como el polvo obtenido de triturar su piel seca, tiene propiedades medicinales para curar una serie de males. Es por eso que en zonas como el norte del país, no es algo descabellado que alguien consuma este producto.