"Y es de entender: los enfoques de Estados Unidos y de la Unión Europea en lo referente a la estrategia nuclear son completamente opuestos. El ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, afirmó que Washington 'da el pistoletazo de salida de una nueva carrera nuclear y amenaza la seguridad de Europa', y añadió que el centro de gravedad de la seguridad había cambiado bruscamente", señala Íshenko.
Nada nuevo bajo el sol
De ahí que el Pentágono considere ahora que es necesario que no solo el presidente de Estados Unidos sea quien decida si se pulsa —o no- el botón nuclear, y crea que los militares deberían también tener ese derecho.
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"Y es del todo lógico. La carga nuclear táctica tiene poca potencia y los vehículos que la transportan son de relativo corto alcance —de 30 a 300 kilómetros—, así que solo el comandante que está en ese momento en el terreno puede tomar la decisión de si es necesario usarla o no", argumenta Íshenko.
Europa, indispensable (y no dispuesta a cooperar)
"Lo países de la vieja Europa podrían haber visto hace tiempo que la rusofobia sin sentido se une a la necesidad de los países como Ucrania, Polonia y los bálticos de llamar la atención de los países occidentales (…) bajo la premisa de que ellos mismos comenzarán una guerra contra Rusia, pero que serán EEUU la OTAN quieren la libren por ellos", señala Íshenko.
Así las cosas, la mera presencia militar estadounidense en los territorios limítrofes con Rusia crea el escenario perfecto para un conflicto de intereses entre EEUU y Europa. Como recuerda el columnista de Sputnik, los misiles rusos aéreos, los de crucero, aquellos capaces de lanzarse desde el mar, entre otros, son capaces de llevar carga nuclear y de atravesar Europa.
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"Y el que saldrá peor parado de un conflicto armado entre Rusia y Estados Unidos será Europa. El territorio de Estados Unidos está fuera del alcance del conflicto", recuerda Íshenko haciendo referencia a que el país está al otro lado del Atlántico.
El territorio estadounidense está a salvo de ataques no nucleares por su situación privilegiada, rodeado del océano. De ahí que se vean en la tesitura de pensar en qué hacer con sus cientos de tanques y sus millones de soldados, y se decanten por enviarlos a las numerosas bases repartidas por todo el mundo y sea en ellas donde pueda llevarse a cabo un ataque. Especialmente en la Unión Europea, donde EEUU tiene no pocas bases.
Eso, unido a que a Estados Unidos le resulta especialmente fácil encontrar culpables de problemas que ni siquiera existen, pone a los países europeos en fuego cruzado.
"Si los Estados Unidos constatan que están a la zaga militarmente respecto de Rusia (…), si constatan que están cediendo ante el liderazgo de Rusia y de China en la economía y en la política internacionales, si Washington afirma abiertamente que no piensa aceptarlo de ninguna forma y que piensa luchar contra ello con cualquier medio a su alcance, los países en cuyo territorio están estacionadas la tropas estadounidenses, sus almacenes y sus armas nucleares son un buen blanco para los misiles nucleares rusos", afirma Íshenko.
"Conociendo el nivel de irresponsabilidad de los políticos y generales estadounidenses, los líderes europeos son muy conscientes de que, si el presidente de Estados Unidos perdiera el monopolio nacional de la decisión de utilizar armas nucleares habrían muchos con el deseo de presionar el botón", concluye.
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