El incendio empezó por causas aún desconocidas hacia las 21.00 en Kijiji y se propagó rápidamente por esa zona densamente poblada destruyendo más de la mitad de la aldea y dejando sin hogar a miles de personas que pasaron la noche a la intemperie.
Los cuerpos de las víctimas fueron recuperadas solo el lunes 29 de enero por la mañana, después de que los bomberos contuvieran las llamas.
"La operación de búsqueda y rescate todavía está en curso", dijo el subdirector de la NDMU, Pius Masai.
El funcionario hizo "un llamado a todas las gentes de bien para que traigan víveres y artículos no alimentarios a las familias afectadas".
Según él, alrededor de 6.000 personas se vieron afectadas por el siniestro y fueron alojadas provisionalmente en una escuela primaria.