El Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento israelí acaba de prorrogar por cinco años la prohibición de revelar cualquier información sobre esta instalación bajo pena de acusaciones de espionaje y castigo de hasta quince años de prisión, informa el boletín de defensa e información estratégica francés TTU.
Más aquí: Israel e Irán ¿obligados a convivir?
Los dos gobiernos fundaron el EAPC como socios igualitarios cuando Egipto bloqueó el paso de barcos con destino a Israel a través del Canal de Suez. La compañía construyó una tubería que conecta el puerto de Eilat, en el mar Rojo, con el puerto de Ashkelon, en el Mediterráneo, para eludir el canal.
El oleoducto iba a ser utilizado para abastecer a Israel con petróleo, pero también para garantizar las exportaciones del crudo de Irán a Europa. Sin embargo, los estrechos vínculos entre los dos Estados se rompieron después de la revolución de 1979, cuando se instaló la república islámica que funciona hasta ahora.
Desde entonces, Tel Aviv hace todo lo posible para evitar pagar la compensación a la república islámica, destaca el portal TTU, incluido la creación de una nueva empresa para gestionar el oleoducto, Europe Asia Pipeline Co.
En los últimos años, las actividades de estas empresas se han diversificado: la tubería se ha actualizado para permitir el flujo inverso de petróleo, lo que permite que el crudo del mar Negro y del mar Caspio se transfieran a Asia desde la terminal en el mar Rojo.
Además: "La revolución iraní sigue vigente"
La compañía actualmente emplea a 350 personas y goza de un estatus muy especial, por ejemplo, está exenta de pagar el impuesto sobre la renta.