El acuerdo entre la gasística
Gazprom y la ucraniana
Naftogaz sobre
el transporte de gas natural a través del territorio ucraniano expiró el último día de 2024. Las entregas en virtud de este documento cesaron el 1 de enero de 2025 a las 8:00 hora de Moscú (5:00 GMT). Las autoridades ucranianas declararon en repetidas ocasiones que no tienen previsto prorrogar el acuerdo de tránsito.
Kiev, continuó la vocera, tomó la decisión de no prolongar el tránsito de gas ruso a los países europeos, a pesar de que Gazprom cumplió sus obligaciones contractuales. A su juicio, el cese de suministros de gas ruso "no solo debilita la capacidad económica de Europa, sino que también tiene un impacto muy negativo en el nivel de vida de los ciudadanos europeos".
Asimismo,
calificó como "la primera víctima" de la estrategia a Alemania que, tras los
atentados contra los gasoductos Nord Stream, "se vio obligada a comprar el gas natural a precios significativamente más altos", lo que por su parte afectó sus industrias. Actualmente, otros países de la Unión Europea "tendrán que pagar el precio del patrocinio estadounidense", resumió la diplomática.
A finales de agosto de 2024, Volodímir Zelenski afirmó que su país
no prolongaría el acuerdo para el tránsito del gas ruso a los países de la Unión Europea (UE). La ruta de suministro a través de la estación de medición de gas de la ciudad rusa de Sudzha era, hasta finales de 2024, la única que garantizaba el tránsito de combustible ruso a través de Ucrania a Europa.
El 19 de diciembre, el presidente ruso, Vladímir Putin,
confirmó durante su gran rueda de prensa y la línea directa que no habrá un nuevo contrato para el tránsito de gas a través de ese país europeo.
La compañía gasística rusa Gazprom suministró por esta ruta unos 14.900 millones de metros cúbicos en 2023, lo que, según la agencia estadística comunitaria Eurostat, supuso alrededor del 4,5% del consumo de la UE.