El retrato fue descubierto durante los trabajos de restauración de los frescos del Antiguo Monasterio de los Arcángeles en Egialea, ubicado en la región de Acaya, en el oeste de Grecia. El fresco, que data de mediados del siglo XV, ofrece una valiosa visión de la apariencia del emperador que reinó desde 1449 hasta su muerte durante la caída de Constantinopla en 1453, indica la publicación.
El retrato, que fue encontrado debajo de otra capa de frescos, muestra a Constantino XI vestido con atuendos imperiales, incluido un lujoso loro (una estola larga) sobre una túnica bizantina y una corona en forma de diadema. Su manto imperial bordado en oro, adornado con águilas bicéfalas (símbolos de la dinastía Paleólogo) confirma aún más su estatus real. Sosteniendo un cetro con una cruz, el atuendo de Constantino lo identifica inequívocamente como emperador.
"El pintor debió interpretar las características del retrato a partir de su propia percepción, lo que significa que su modelo no era un retrato imperial oficial, sino el propio emperador", nota la jefa de la Dirección de Antigüedades de Acaya, la doctora Anastasia Koumousi.
Esto hace que el fresco sea particularmente significativo, ya que es la única imagen que se conserva de Constantino XI pintada durante su vida, destaca Archaeology News.