El Titán, que también puede utilizarse como fusil de asalto, fue diseñado específicamente para las fuerzas especiales y las unidades de reconocimiento rusos.
"El peso de las armas y la munición que llevan consigo es importante. Un fusil ligero les permitirá llevar más munición, explosivos o equipo", explicó el experto militar Alexandr Perendzhíev.
El fusil semiautomático de 3,6 kg está pensado para cartuchos de 7,62 x 51 mm, incluidos los perforantes, y tiene un alcance máximo de 1.000 metros. Para comparar, el análogo de fabricación alemana, el Heckler & Koch 417 pesa 4,5 kg.
El Titán está equipado con un regulador de gas de seis posiciones que permite ajustar la velocidad de retroceso de las partes móviles del arma, lo que a su vez hace posible utilizar munición de cualquier fabricante con cualquier silenciador.
"Los militares rusos ya elogian la fiabilidad y precisión del Titán. La precisión es de 0,3 minutos de ángulo, lo que significa que a una distancia de 100 metros, un tirador armado con el Titán puede dar en un blanco con el diámetro de menos de un centímetro", declaró a la prensa un portavoz de la empresa fabricante SWC.