A través de un comunicado, Boeing reportó pérdidas antes de impuestos por 6.224 millones de dólares para el tercer trimestre de 2024, que son 465% mayores a las pérdidas registradas durante el mismo periodo del 2023, de 1.100 millones de dólares.
"Los datos financieros reflejan el impacto del paro laboral de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) y los cargos anunciados anteriormente en programas comerciales y de defensa", explicó la compañía en una comunicación oficial.
Por su parte, Kelly Ortberg, director ejecutivo de Boeing, reconoció la mala racha que enfrenta la compañía y que tomará tiempo recuperarse; sin embargo, adelantó que se centrarán en estabilizar el negocio y mejorar la ejecución de los programas.
"Llevará tiempo devolver a Boeing su antiguo legado, pero con el enfoque y la cultura adecuados, podemos volver a ser una empresa icónica y líder aeroespacial", declaró Ortberg.
"De cara al futuro, nos centraremos en cambiar fundamentalmente la cultura, estabilizar el negocio y mejorar la ejecución de los programas, al tiempo que sentamos las bases para el futuro de Boeing", agregó.
Los resultados negativos de la empresa fueron anunciados a casi seis semanas de que iniciara una huelga de alrededor de 33.000 empleados de sus principales fábricas en Seattle y Portland que decidieron parar de trabajar el 13 de septiembre con el objetivo de tener mejores salarios.
Además, el 12 de octubre, Ortberg, director ejecutivo de Boeing, informó que en los próximos meses se tiene contemplado reducir el tamaño de su plantilla laboral, aproximadamente un 10%, lo que equivaldría a 17.000 empleos menos. Esto al reconocer que los negocios se encuentran "en una posición difícil".
Desde mediados de 2024, el gigante aeroespacial estadounidense se ha visto en el epicentro de los escándalos. Por ejemplo, The New York Times reportó que Boeing falló 33 de las 89 inspecciones de la Administración Federal de Aviación lanzadas como parte de una investigación sobre un incidente relacionado con una puerta de un avión 737 Max que se desprendió en pleno vuelo.
Según el artículo, Boeing y su proveedor Spirit AeroSystems infringieron numerosos requisitos de control de calidad en el ensamblaje del avión. Asimismo, a mediados de junio, se notificó que Boeing estaba investigando un nuevo fallo descubierto en los aviones Boeing 787 Dreamliner, relacionado con la instalación incorrecta de las fijaciones del fuselaje.
De igual forma, Boeing se enfrentó a problemáticas fuera de este mundo, luego de que su nave Starliner quedara atascada en la Estación Espacial Internacional tras el inicio de su primer vuelo tripulado, situación que está retrasando el regreso de sus tripulantes.
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