Milton se aproximó a Florida como huracán de categoría 3 (rachas de viento de hasta 195 km/h), luego se debilitó a categoría 1 (150 km/h) y pasó de la costa oeste a la costa este del estado.
Los meteorólogos temían que el huracán desencadenara una marejada con olas de hasta 3,5-4 metros de altura, capaces de demoler casas enteras, pero esto no ocurrió.
En la foto: un barrio destruido por tornados en Fort Pierce.
Una casa se derrumba de sus pilotes en Bradenton Beach, en la isla de Anna Maria.
Aunque el huracán actualmente se aleja de las costas del estado y se desplaza sobre el océano Atlántico, la amenaza de inundaciones por marejada ciclónica y lluvias torrenciales se mantiene para la parte este.
Una residente inspecciona la cocina de su casa devastada, que quedó sin la mayor parte del tejado durante el paso del huracán Milton, en Palmetto.
Dos habitantes locales toman fotos de un árbol arrancado en la ciudad de Odessa, Florida.
Los evacuados empiezan poco a poco a regresar a sus viviendas.
En la foto: gente viajando en automóvil por la ruta inundada de regreso a Palm Harbor.
Un miembro de equipos de rescate pasa por una zona residencial anegada en la ciudad de Clearwater.
En la víspera de la llegada del huracán, el presidente estadounidense, Joe Biden, pospuso los viajes previstos a Alemania y Angola debido a la fuerza prevista de Milton.
En la foto: el techo destruido de la Cúpula Tropicana en la ciudad de San Petersburgo, EEUU.
No es el primer huracán que azota a EEUU esta temporada. A principios de octubre, el huracán Helen dejó más de doscientos muertos y cientos de desaparecidos, conforme a las últimas cifras.