"Los riesgos para los defensores del medio ambiente son el pan de cada día en la región. Esto existe hace años, pero después de la pandemia se profundizó. Hay un auge del extractivismo y los megaproyectos con la excusa de la recuperación económica y generar empleos" aseguró a Acentos César Artiga, coordinador del Equipo Impulsor del Acuerdo de Escazú en El Salvador.
"Estas empresas actúan en complicidad con los estados y amenazan a quienes tengan un criterio diferente. Atentan contra la naturaleza y el bienestar de los pueblos. Estos riesgos se traducen en amenazas, asilos, exilios y asesinatos. Además, hay campañas de censura de forma física o digital", agregó.
Por último, hizo referencia al Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental que promueve estos derechos a nivel regional y el primero en el mundo en establecer garantías claras para la protección de quienes defienden los temas ambientales.
"Se convierte en un instrumento fundamental para fortalecer los mecanismos nacionales. Viene a ampliar el asidero legal y a robustecer lo que ya había en protección de derechos", cerró.