"Acaba de registrarse una nueva y verdaderamente poderosa llamarada solar. Fue clasificada con el nivel de X5.3, que significa que es la cuarta erupción solar más fuerte en este ciclo, o sea, desde el año 2017", destacó Bogachov.
La erupción tuvo lugar en el borde oriental del Sol en el área activa № 3825, la cual, de acuerdo con el científico, fue "totalmente inesperada" a causa del tamaño bastante pequeño de esa zona. Agregó que debido al lugar de la erupción existe el riesgo de una tormenta magnética.
Las llamaradas solares pueden provocar tormentas magnéticas en la Tierra, que a su vez causan perturbaciones en los sistemas eléctricos y afectan a las rutas migratorias de aves y animales. Las tormentas fuertes provocan interrupciones en las comunicaciones de onda corta y en los sistemas de navegación, así como fallos de tensión en las redes industriales. Además, el aumento de la actividad solar puede ampliar la geografía de las observaciones de auroras.