Al intervenir en la ceremonia de la colocación de la primera piedra de la fábrica en Dresde, la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, habló de los resultados que dio la Ley Europea de Chips, un programa a gran escala con el fin de proveer a los países europeos de semiconductores.
Precisó que gracias a dicho programa en un año la UE pudo atraer inversiones públicas y privadas por el récord de 115.000 millones de euros.
"Acorde a las normas del apoyo estatal, hemos aprobado 5.000 millones de euros de ayuda financiera a la empresa European Semiconductor Manufacturing Company para la construcción de una nueva planta de microchips en Dresde, Alemania. Este apoyo fortalecerá la capacidad de producción de semiconductores en Europa", indica el comunicado publicado en la cuenta del ente en la red social X.
Según la CE, la nueva planta en Dresde será un proyecto conjunto de las empresas Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, Bosch, Infineon y NXP. Se espera que tras alcanzar la plena capacidad productiva para 2029, la fábrica podrá producir hasta 480.000 chips de alto rendimiento a base de las obleas de silicio.
La CE propuso la Ley Europea de Chips en 2021. En aquel entonces, los representantes de la UE se quejaban de que la alianza se dependía demasiado de los productores de los microesquemas modernos extranjeros, lo que se hizo especialmente visible durante la pandemia del COVID-19. Sin embargo, en un futuro próximo la necesidad de los chips modernos en las industrias europeas crecerá significativamente.
La Ley Europea de Chips entró en vigor en septiembre de 2023 con el objetivo de afianzar la competitividad de los semiconductores de Europa, reforzar la base industrial europea en lo que respecta a estos productos, maximizar las futuras oportunidades de negocio y crear puestos de trabajo de calidad.
La participación de la UE en el mercado mundial de microchips es del 10%, y Bruselas fijó el objetivo de aumentar esta cuota hasta el 20% para 2030.
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