Los recursos de este nuevo paquete de 2.200 millones de dólares, denominado Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI, por sus siglas en inglés), se suman al conjunto de armas por un total de 150 millones de dólares otorgadas a través de la denominada Autoridad Presidencial de Reducción (PDA, por sus siglas en inglés), que permite extraer sistemas y municiones de los arsenales estadounidenses para enviarlos rápidamente al frente ucraniano.
Los fondos de la USAI se utilizarán para adquirir interceptores para los sistemas de defensa antiaérea Patriot y Nasams (siglas en inglés para Sistema Nacional de Misiles Superficie-Aire Avanzado), según el comunicado del Pentágono.
Por su parte, el paquete PDA incluye misiles para los sistemas de defensa antiaérea Hawk, municiones para Himars, cartuchos de artillería, sistemas antitanques Javelin y misiles TOW, entre otros equipos, añade el texto.
Los fondos del paquete de 150 millones de dólares también incluyen el "entrenamiento y educación militar para ayudar a Ucrania", en momentos en que las tropas de Kiev pierden terreno frente a las tropas rusas.
Rusia advirtió en reiteradas ocasiones que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) está "jugando con fuego" al suministrar armas a Ucrania, y que los convoyes extranjeros con armas serían "objetivo legítimo" para su Ejército nada más cruzar la frontera.
Según el Kremlin, la política de Occidente de nutrir de armas a Kiev no contribuye a las negociaciones ruso-ucranianas y solo tendrá un efecto negativo.
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