Los investigadores estudiaron la momia de lobo en el laboratorio del Museo del Mamut. Tomaron muestras de los órganos internos del animal y extrajeron el contenido de su estómago e intestinos para analizar su dieta y microbiota. Además, los paleontólogos separaron algunos de los tejidos blandos del lobo prehistórico para estudiar el ADN y compararlo con el genoma de los lobos modernos.
Los resultados de la autopsia se publicaron en el sitio web de la universidad. El lobo fue descubierto por residentes locales en 2021 en el río Tirekhtyakh, a 40 metros de profundidad, en el profundo permafrost. Tras el descubrimiento fue trasladado a la Academia de Ciencias de la República de Yakutia.
Además, los científicos extrajeron un diente premolar. Esto es necesario para determinar la edad biológica del lobo en el momento de su muerte. Por el desgaste de los dientes y el desarrollo de la cresta sagital, los paleontólogos determinaron provisionalmente que se trataba de un macho adulto.
Los paleontólogos esperan que los resultados del estudio permitan comprender mejor cómo eran los antiguos mamíferos, así como los microbios que vivían en sus cuerpos, qué funciones desempeñaban y hasta qué punto eran perjudiciales para el depredador.