El paso, diseñado para combatir el dumping —una práctica comercial desleal en la que una empresa exporta productos a otro país a un precio inferior al que cobra en su mercado nacional— comenzó el 17 de junio de este año y concluirá el 17 de junio de 2025. La duración podría prorrogarse seis meses en circunstancias especiales, según el Mofcom.
Dicha medida podría tener importantes consecuencias para la industria cárnica de la UE, destaca el medio. Según datos de las aduanas chinas, China importó carne de cerdo por valor de 6.000 millones de dólares en 2023, más de la mitad procedente de la Unión Europea, con España y Francia entre los mayores exportadores (por valor de 832,4 y 147,6 millones de dólares respectivamente).
El anuncio se produjo pocos días después de que la Comisión Europea (CE)
anunciara que impondría aranceles provisionales adicionales de entre el 17,4% y el 38,1% a los vehículos eléctricos procedentes de China, lo que provocó duras críticas de funcionarios de Pekín, así como de grupos industriales y empresariales.
Aunque el Mofcom no menciona en ninguna parte esa decisión de la CE, algunos medios occidentales sugirieron que la iniciativa china constituye una medida de retorsión contra el espacio europeo. Sin embargo, expertos chinos indican el marcado contraste.
En palabras del analista económico Cui Hongjian, a partir de 2023 se ha producido un aumento significativo de las exportaciones de la UE a China de determinadas carnes de cerdo y subproductos porcinos, lo que justifica una investigación sobre sus factores de fijación de precios en cumplimiento de las normas de la OMC.
Además del antidumping, las industrias chinas pertinentes planean solicitar a las autoridades competentes que inicien una investigación antisubvenciones, reporta el medio. El objetivo sería contrarrestar los efectos perjudiciales de las importaciones objeto de subvención —una contribución económica de un gobierno o un organismo público que confiere un beneficio a un receptor— y restablecer la competencia leal sobre las importaciones de determinados productos lácteos procedentes de la UE, aclara.
En este contexto, sugiere el periódico, si la CE sigue adelante con el cobro de aranceles adicionales a los
vehículos eléctricos chinos, Pekín adoptaría
más contramedidas, ya que ha prometido en repetidas ocasiones "tomar todas las medidas necesarias para salvaguardar los derechos e intereses legítimos de las empresas chinas".
Pekín y Bruselas podrían resolver sus disputas comerciales mediante el diálogo y las consultas, pero "la CE ha destruido la atmósfera de cooperación" con su medida ilegal y proteccionista contra los vehículos eléctricos chinos,
resumió para
Global Times el experto en el comercio internacional, Bai Ming.