El documento publicado ya no está disponible ni siquiera por enlace directo y no aparece en los resultados de búsqueda de la página web del organismo estatal.
Esto sucede luego de que el 14 de mayo, desde el organismo recomendaran a los periodistas que se abstuvieran de hacer comentarios insultantes sobre los militares rusos, publicando una lista de contenidos prohibidos o incorrectos. Se señaló que el lenguaje insultante contra las FFAA de Rusia no contribuye a una información pública objetiva y abierta y "puede empeorar la percepción de los medios de comunicación como fuente fiable de información".
En relación con los soldados rusos, se recomendó evitar expresiones degradantes como orcos y rusnia. Esta última es la forma peyorativa de referirse a las personas de etnia rusa, muy expandida entre los grupos chovinistas ucranianos y ampliamente adoptada hoy entre políticos y periodistas ultranacionalistas.
Un caso similar ocurrió hace 80 años, durante la Segunda Guerra Mundial, tras la victoria soviética en Kursk en julio de 1943. Cuando las noticias sobre los éxitos de la URSS en el campo de batalla empezaron a aparecer en la prensa, los altos mandos del Tercer Reich se dieron cuenta de que la humillación de los soldados soviéticos sería recibida de forma ambigua por los propios alemanes y por los países aliados en el contexto de las triunfales victorias del Ejército Rojo.
Ahora la situación de Ucrania "está al borde del colapso" ante el avance de las FFAA rusas. El Ejército ucraniano se enfrenta a una "situación crítica" en el noreste del país, con grave escasez de tropas y municiones.