
El objetivo del simulacro era demostrar la fiabilidad de la fuerza nuclear norcoreana y reforzarla "tanto en calidad como en cantidad", informa la prensa estatal del país asiático.

El entrenamiento consistió en varios ejercicios para que las unidades se familiarizaran con el proceso de pasar a una postura de contraataque nuclear en el momento en que pudiera activarse el sistema de crisis nuclear Hwasanpalryong de Corea del Norte.
El ejercicio, al que asistió el dirigente del país, Kim Jong-un, consistió en "disparar proyectiles desde un lanzacohetes múltiple supergrande con una cabeza nuclear simulada", señala ATCC.
El mandatario norcoreano dirigió el simulacro y estuvo acompañado por altos funcionarios del país.
Durante el ejercicio, los lanzadores dispararon una salva de misiles hacia "el enemigo potencial", alcanzando un objetivo insular en un radio de 352 kilómetros.
Kim Jong-un expresó su "gran satisfacción por el resultado del entrenamiento" y apreció "la gran precisión de ataque de los lanzacohetes múltiples supergrandes", indica la agencia estatal norcoreana.