"Hemos diseñado un programa para todo tipo de aeronaves no tripuladas, bautizado NAKA. Se trata de una red neuronal que reconoce determinados objetos, incluidos los equipos enemigos", prosiguió Guerman.
La red neuronal NAKA se instala en un hardware que recibe vídeo de las cámaras de las aeronaves no tripuladas. Dicho programa, introducido en la consola del operador del dron, resalta en verde una determinada zona del terreno e informa del tipo del vehículo determinado que se encuentra allí.
"Esto es un Leopard y esto es un Bradley con un 85% de probabilidad", se da un ejemplo del funcionamiento del NAKA, que además proporciona las coordenadas exactas de la ubicación del vehículo.
Guerman opina que la red neuronal podrá ser utilizada en el futuro con fines pacíficos, como drones agrícolas para buscar animales perdidos en vastos territorios.
La empresa desarrolladora de software Hardberry-Rusfactor fue fundada en 2013. Otro gran proyecto en curso de la empresa es el dron-convertiplano Lovki, capaz de alcanzar velocidades hasta 200 kilómetros por hora.