"El propósito del reclutamiento temprano es fortalecer las unidades de combate a la luz de las necesidades de la batalla (...) en el contexto de la guerra, la rotación de bajas y la necesidad de llenar las filas y ampliar las fuerzas de combate", destaca el comunicado.
Añade que, el reclutamiento se realizará en conjunto con los diversos organizadores del programa premilitar para minimizar el daño a los programas y a los candidatos, quienes potencialmente podrían perder información académica militar por haberse alistado temprano.
Serán reclutados alrededor de 850 aprendices de los programas anuales previos al servicio militar y de servicio comunitario (para quien no hace el militar), y alrededor de 450 más de las escuelas de estudio religioso.
Los candidatos potenciales que han sido evacuados de sus hogares cerca de las fronteras de Gaza y Líbano debido a la guerra entre Israel y Hamás no serán reclutados anticipadamente.
Hay docenas de academias premilitares en Israel, con más de 4.000 estudiantes. La aceptación es muy competitiva y puede implicar un largo proceso desde la solicitud. Muchos estudiantes de la academia previa al ejército se unen a unidades de comando de élite, reciben entrenamiento de oficiales o desempeñan otros roles de alto nivel en el ejército.
Este debate se está avivando con motivo de la guerra que comenzó el pasado 7 de octubre, cuando el movimiento palestino Hamás atacó Israel desde la Franja de Gaza, causando unos 1.200 muertos y cerca de 5.500 heridos y capturando a unos 250 rehenes.
En represalia, Israel declaró la guerra a Hamás e inició ataques masivos contra las instalaciones civiles y otras en Gaza, al tiempo que imponía un bloqueo total al enclave palestino, cortando el suministro de agua, alimentos, medicinas, electricidad y combustible. El 27 de octubre, Israel lanzó una incursión terrestre a gran escala en la Franja de Gaza.
Los ataques israelíes dejaron hasta la fecha más de 26.751 muertos y al menos 65.636 heridos en el enclave palestino.
Del 24 de noviembre al 1 de diciembre, durante una tregua humanitaria pactada con la mediación conjunta de Catar, Egipto y Estados Unidos, se canjearon 80 rehenes israelíes de Hamás, en su mayoría mujeres y niños, por 240 presos palestinos sin delitos de sangre. Además, las milicias palestinas liberaron a casi 30 cautivos más, en su mayoría tailandeses residentes en Israel. Unos 136 rehenes todavía permanecen cautivos en Gaza.
Al expirar la tregua, las operaciones bélicas se reanudaron y el flujo de ayuda humanitaria que llega al sur del enclave palestino desde Egipto se redujo nuevamente a una quinta parte de lo que Gaza recibía antes de esa guerra, según la ONU.
Rusia y otros países instan a Israel y Hamás a pactar un alto el fuego y abogan por una solución de dos Estados, aprobada por la ONU en 1947, como la única vía posible para lograr una paz duradera en la región.