En la región de Krasnoyarsk la temperatura alcanzó los 50 °C bajo cero.
En la foto: una mujer sobre el hielo del río Yeniséi.
En San Petersburgo, a principios de año, la columna del termómetro cayó a los 37 °C bajo cero. Un invierno tan frío no ha ocurrido aquí desde 1950.
En la foto: la esfinge egipcia en San Petersburgo.
En diciembre, la temperatura del aire estuvo por debajo de la norma en un promedio de 10 °C en la región rusa de Primorski. Y en los últimos días, la temperatura alcanzó los 35 °C bajo cero, incluso en el sur de la región.
Una mujer con un perro en una helada de 30 °C camina por el bosque en el territorio de la región de Krasnoyarsk.
Vistas de un bosque cubierno de nieve desde la plataforma de observación en las afueras de Krasnoyarsk.
En Moscú, durante las fiestas de Año Nuevo, la temperatura alcanzó los 27 °C bajo cero, es decir, 15 °C por debajo de lo normal.
Plantas cubiertas de escarcha con una helada de 33 °C en la región de Krasnoyarsk.
En los Urales, las heladas de 40 °C de principios de invierno fueron sustituidas por un deshielo, al que siguieron unas nevadas anormales.
En la foto: el terraplén del río Iset en Ekaterimburgo.
En la región de Moscú, las fuertes heladas fueron seguidas de fuertes deshielos e intensas nevadas, lo que provocó hielos en las carreteras y fallos masivos en los sistemas de servicios públicos.
Este invierno, en muchas regiones rusas, se han producido accidentes en la red de calefacción y cortes en el suministro eléctrico y de agua.
En la foto: varias personas caminan alrededor del lugar donde se produjo la rotura de una tubería de calefacción en Novosibirsk.
A pesar de las fuertes heladas, los habitantes de las regiones septentrionales pasan tradicionalmente su tiempo al aire libre.
En la foto: turistas a orillas del río Yeniséi, en la región de Krasnoyarsk.
Los habitantes de Múrmansk observan el sol tras una larga noche polar, que en estas latitudes comienza en los primeros días de diciembre y termina a mediados de enero.
Una figura de nieve sobre el tronco de un árbol en San Petersburgo.
Un ciclón de nieve azota estos días la isla de Sajalín. Según los meteorólogos, hacía muchos años que no se registraban en la isla tales nevadas y vientos. La nieve ha alcanzado las plantas bajas y los coches están cubiertos hasta el techo.
El transporte público no funciona, los aviones no vuelan, las guarderías están cerradas, al igual que muchas empresas, y los escolares y estudiantes se han trasladado a la educación a distancia.
En la foto: la gente pasa por una calle de Yuzhno-Sajalinsk.