Según informó el regulador bancario israelí, parte de la población pospuso el pago de 2.700 millones de séqueles, es decir, 727 millones de dólares, a causa de las hostilidades entre Tel Aviv y el movimiento islamista radical, que escalaron el pasado 7 de octubre.
En total, unos 117.000 préstamos fueron aplazados, la mayoría en hipotecas y otros créditos al consumo, según el Banco de Israel.
El banco central explicó que los datos iniciales obtenidos durante noviembre muestran que alrededor de un tercio de los préstamos aplazados desde que entró en vigor el programa del Banco de Israel son de clientes de primer grado que se vieron directamente afectados por el conflicto, y la mayoría de los aplazamientos de ese tipo de clientes corresponden a hipotecas o créditos al consumo.
Los clientes considerados de "primer grado" son personas que viven o poseen un negocio situado en un radio de hasta 30 kilómetros de la frontera con Gaza; personas que hayan sido desalojadas de sus hogares por un organismo oficial del Estado a partir del 7 de octubre de 2023; personas que vivan en una de las localidades que aparecen en el sitio web del Banco de Israel; personas que hayan sido convocadas en el marco de la movilización de emergencia, y personas que sean familiares en primer grado de personas muertas durante la guerra, secuestradas o desaparecidas.
De acuerdo con información del ente financiero, desde el estallido del conflicto, los bancos privados y las compañías financieras han adoptado medidas de asistencia a sus clientes, a quienes tienen la orden de cobrarles menos comisiones e incluso en lo que respecta a los aplazamientos de reembolso de préstamos.
"Desde la publicación del programa de aplazamiento, hemos observado un enorme interés entre los clientes, y que la medida ayuda significativamente a quienes la necesitan para superar estos tiempos difíciles”, expresó el supervisor de Bancos, Daniel Hahiashvili, en un comunicado.
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