Por el contrario, Canadá se encuentra bajo una parálisis política y moral interna, por el escándalo que causó el homenaje a un veterano nazi en una sesión parlamentaria. Ambos escenarios, el cubano y el canadiense, dejan de manifiesto el posicionamiento del Sur Global, y a la vez, la decadencia moral de Occidente.
El profesor titular en Ciencias Históricas de la Universidad de La Habana Óscar Villar Barroso, señaló a Sputnik que el Occidente colectivo busca presentarse como tierra de libertades y derechos, pero todo esto es "hipocresía".
"Fueron utilizados dos cocteles Molotov contra la Embajada de Cuba, eso es un acto terrorista contra un país que supuestamente apoya el terrorismo, y fue hecho en un país que se llama a sí mismo el baluarte de los derechos humanos, igual que Canadá", observó Villar Barroso.