La dictadura iniciada el 11 de septiembre de 1973 en Chile, liderada por Augusto Pinochet y que duró 17 años, es considerada una de las más sangrientas por la violencia con la que persiguió, asesinó y desapareció a miles de personas.
Pero también fue dura con el modelo económico que llevó adelante basado en la creencia de que "el mercado por sí solo es capaz de resolver los problemas de qué se hace con los recursos monetarios", señaló a Contante y Sonante el economista Ricardo Ffrench-Davis.
Ffrench-Davis es docente en la Universidad de Chile, fue economista jefe del Banco Central, y asesor regional principal de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), entre otros cargos que ocupó en su larga carrera, por la cual recibió el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias.
Según la concepción del régimen dictatorial, el "mercado sabe resolver el problema de la educación, con el lucro; el de la salud, también con el lucro".
"Como era una dictadura fuerte, sangrienta, mucho más que las otras de nuestros vecinos, y muy larga, el equipo económico tuvo las manos libres para hacer su revolución neoliberal", afirmó el reconocido académico chileno.
Uno de los pilares fue la reducción de la carga tributaria que ya era menor a la de los países de la región. Las reformas llevadas adelante por el régimen de Pinochet suprimieron el impuesto a las utilidades de la empresa y redujeron el de rentas personales, por lo que el sistema se basó fundamentalmente en el impuesto al consumo.
Y como "los pobres consumen proporcionalmente más que los ricos, entonces terminaban pagando una porción más alta de sus ingresos", explicó Ffrench-Davis.
Al final de la dictadura, en 1990, el salario real había caído considerablemente en relación al de inicio de los años 70.
Este modelo económico, teorizado en Estados Unidos, fue replicado en los años 80 por Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en el Reino Unido. También fue el eje de la estrategia del Banco Mundial y el Fondo Monetario para América Latina.
Sin embargo, a decir de Ffrench-Davis, no tuvo la misma profundidad porque "en democracia no puedes hacer las brutalidades que haces en dictadura”.
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