En las últimas semanas circula en redes sociales imágenes de los carros de combate europeos
destruidos por las fuerzas rusas o incluso varados en los lodazales. En tanto, las voces críticas hacia el
armamento suministrado a Kiev por Occidente también se incrementan.
Como ejemplo, el experto cita a los tanques Leopard, que eran considerados superiores a los Abrams en varios aspectos. Pese a ello, el Ejército de Rusia ya ha neutralizado unas 15 unidades alemanas, ya sea con artillería, con proyectiles lanzados desde helicópteros o hasta con drones Lancet, apunta.
Sin embargo, dice, "anunciado como la próxima gran cosa para ayudar a Ucrania a ganar, el Leopard ha demostrado ser
un fracaso. Y por desgracia,
lo que le ocurrió al Leopard podría ocurrirle a los tanques Abrams cuando lleguen a Ucrania".
El investigador del Centro de Políticas de Seguridad y exdirector de personal del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EEUU también confirma que ni los Abrams ni los Leopard tienen sistemas de protección activa ni blindaje reactivo.
De hecho, explica, uno de los motivos por los que Washington ha decidido enviar
municiones con uranio empobrecido a las tropas ucranianas es porque, supuestamente, estos proyectiles pueden penetrar a los carros de combate rusos. Sin embargo, "las tácticas rusas son tales que sus tanques rara vez se ven expuestos al fuego enemigo", indica Bryen.
El pasado 6 de septiembre, Defense News reportó que el Pentágono ha desechado la idea de actualizar y modernizar sus tanques Abrams para incrementar su fortaleza y movilidad, citando a un funcionario de la Defensa estadounidense.
"El Ejército pondrá fin a su programa M1A2 System Enhancement Package versión 4, y en su lugar desarrollará el M1E3 Abrams centrado en los retos a los que el tanque probablemente se enfrente en el campo de batalla de 2040 y posterior a ese año",
informó.