El hecho tuvo lugar en medio de una serie de acciones de intimidación por parte de bandas criminales contra el Estado, como la explosión de dos coches bomba, el incendio de un centro correccional de menores, y un motín carcelario que tomó a guardias como rehenes.
El Gobierno de Guillermo Lasso sostiene que estos actos son reacciones violentas a los cambios que ha introducido en el sistema penitenciario contra estas bandas criminales.
"En tanto se mantenga la seguridad, se preserve la vida de Luisa González y Daniel Noboa, lo más probable es que las elecciones se desarrollen sin ningún tipo de irregularidad", apuntó el abogado y analista político ecuatoriano Carlos Garcés, sobre cómo puede afectar esta ola de violencia a la segunda vuelta electoral.