El 17 de agosto, la aviación estadounidense penetró en la zona económica de Corea del Norte hasta una profundidad de unos 14 km en el área situada a 520 km del puerto de Wonsan. En respuesta, se elevaron aviones de combate norcoreanos. Como resultado de estas contramedidas, los aviones estadounidenses abandonaron la zona especificada. No se informó de ningún incidente.
La declaración también señalaba que el avión estadounidense volaba con fines de espionaje.
"Nuestras Fuerzas Armadas estarán dispuestas a emprender cualquier acción para proteger la soberanía de la República", destacó el comunicado.
Corea del Norte había denunciado anteriormente que aviones de reconocimiento estadounidenses violaron el espacio aéreo sobre su zona económica exclusiva más de 30 veces a principios de julio.
Kim Yo-jong, jefa adjunta de Departamento del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea y hermana del líder norcoreano Kim Jong-un, afirmó también que tales acciones de Washington podrían provocar una "situación peligrosa para la aviación militar estadounidense".