El informe presentado detalla que se cometieron 52 masacres en el primer semestre de 2023, dejando 168 muertos, 19 de ellos menores de edad.
Igualmente, el informe de la ONU reconoció la disminución de los homicidios perpetrados contra líderes sociales y defensores de derechos humanos, aunque eso no impidió el aumento de las masacres en el país.
En apreciación de la ONU, las poblaciones rurales, históricamente abandonadas y olvidadas por las administraciones pasadas, son las que más sufren la violencia en el país.
"El Gobierno ha estado muy pendiente de esta situación. Este ha sido uno de los gobiernos que históricamente sí que ha estado preocupado por el tema de derechos humanos y seguridad", comentó a Sputnik la periodista y analista política Jéssica Santacruz.
Según la experta, la política que reconoce al campesinado como sujeto de derechos y las nuevas políticas para las drogas, permiten disminuir la violencia en el país y encaminar a los actores armados a un dialogo con el Gobierno.